Descubre qué es lo que hace tan famosa a esta práctica en esta entrada de blog.
La práctica de yoga está cada vez más extendida entre las personas gracias a todos los beneficios que nos aporta a nivel físico, mental y espiritual. Muchas de los estilos que se ofrecen en estudios de yoga son dinámicos, siguiendo una secuencia específica o no de posturas, donde, además de relajar la mente, hacemos ejercicio. Entre todos los estilos de yoga que hay, uno de ellos destaca por ser más suave y pausado: el Yin Yoga.
¿Qué es el Yin Yoga?
El Yin Yoga es un estilo de yoga sencillo, suave y pausado, donde trabajaremos asanas (posturas) de yoga mucho menos exigentes pero que nos servirán para fortalecer tendones, articulaciones y ligamentos y estirar los músculos. Es un estilo en el que sostenemos las posturas entre 1 y 20 minutos, dependiendo de cada asana, dejando que el sistema nervioso parasimpático se active ayudando al cuerpo a relajarse y llegar a niveles más profundos de estiramiento.
¿Cuál es la diferencia respecto a otros estilos de yoga?
En otros estilos de yoga, las posturas son más exigentes, buscando el fortalecimiento del cuerpo, manteniendo la concentración en la respiración. En Yin Yoga lo que se busca es fortalecer partes más internas del cuerpo que no es posible fortalecer y/o estirar en una postura más intensa o en un menor tiempo. Por eso es un estilo de yoga sencillo: no buscamos posturas complejas sino que optamos por posturas fáciles donde podamos permanecer más tiempo. Además, las mujeres que se encuentren durante su periodo de menstruación pueden practicarlo para aliviar los dolores que ésta produce sin someter al cuerpo al cansancio.
Beneficios de Yin Yoga
· Estira el cuerpo.
· Ganas flexibilidad.
· Reduce el estrés y la ansiedad
· Fomenta la quietud.
· Ayuda a mejorar la concentración.
· Da espacio y fortalece articulaciones.
· Aumenta la energía.
Posturas básicas de Yin Yoga
Anahatasana (postura de la mariposa)
Beneficios:
Extiende la columna.
Abre los hombros
Suaviza el corazón
Contraindicaciones:
Si tienes problemas de cuello apoya la frente en el suelo.
Precauciones:
Si sientes hormigueo en las manos o dedos es que estás comprimiendo algún nervio. Si esto ocurre, deshaz la postura.
¿Cómo hacerla?
Desde la postura de cuadrupedia, ve caminando hacia delante con tus manos, manteniendo las caderas en línea con las rodillas, dejando que el pecho busque el suelo.
Ananda Balasana (postura del bebé feliz)
Beneficios:
Fortalece bíceps
Abre caderas.
Suelta y descomprime articulación sacroilíaca.
Comprime el estómago y órganos internos.
Alivia los calambres menstruales.
Contraindicaciones:
Si sufres dolor en la articulación sacroilíaca no profundices demasiado.
Precauciones:
Si estás menstruando, evita separar las caderas del suelo.
¿Cómo hacerla?
Túmbate sobre la espalda, abraza tus rodillas hacia el pecho y poco a poco ve buscando la planta de los pies, los tobillos o la parte posterior de las piernas con las manos. Separa los pies y deja que las rodillas busquen bajar hacia los costados del cuerpo. Relaja hombros y cuello.
Uttanasana (postura de la pinza de pie)
Beneficios:
Estiramiento suave para la baja espalda.
Suelta isquiotibiales y calienta los cuádriceps.
Comprime el estómago y órganos internos.
Alivia los calambres menstruales.
Contraindicaciones:
No hacer si sufres de presión arterial alta, diabetes y glaucoma.
Precauciones:
No te incorpores de manera rápida o podrás marearte.
¿Cómo hacerla?
Ponte de pie, con los pies al ancho de las caderas. Dobla las rodillas y flexiónate hacia delante. Coge tus codos con tus manos cuando hayas llegado al límite de la flexión.